Institucionalización

“El negocio de mi papá/abuelo/tío tiene más de 40 años de existir. Hoy trabajan en ella 3 generaciones: mi papá, mis hermanos, algunos primos, sobrinos y yo, y la empresa se sigue manejando igual que cuando se creó en el siglo pasado”.

Estas son las palabras de la mayoría de los hijos del dueño de una empresa familiar cuando se les pregunta acerca del grado de institucionalización que ésta tiene.

Y continúa diciendo: “Mi padre es el cerebro de la operación; toma todas las decisiones empresariales, coordina la estrategia y controla la operación. Es el único que puede tomar decisiones. Todo lo que ocurre en la empresa requiere su aprobación”.

Suena de terror, ¿verdad? Esto no es telenovela, sucede todos los días sin importar giro, tamaño de la empresa, ubicación geográfica, nacionalidad, etc.

Si bien es cierto que está 100% justificado que el fundador, en las etapas primarias del negocio, tome todas las decisiones, ahora, que probablemente la empresa se encuentra en su estado de maduración, no lo está. La competencia, el entorno, la tecnología, la rapidez de los negocios, las nuevas herramientas en el manejo del personal, el control computarizado de la producción y otras situaciones que hoy nos acompañan y facilitan o complican nuestro actuar diario, no son, con el perdón de los fundadores, de su completo dominio y comprensión. Se requieren estructuras firmes y sólidas que apoyen al fundador a tomar las decisiones más asertivas en beneficio de la empresa.

Y, es aquí donde entra la institucionalización. Se entiende por institucionalización la creación de los órganos de gobierno necesarios para que la familia, los directores familiares y los accionistas, tomen, en diferentes foros, las decisiones más adecuadas de acuerdo a la responsabilidad y el rol que juegan cada uno dentro de la empresa familiar.

Es necesario establecer organizaciones administrativas cuando se forma una institución. Las más comunes son el Consejo de Familia (para los miembros de la familia), el Consejo de Administración y el Consejo de Dirección (para las empresas) y la Asamblea de Accionistas (para los propietarios).